domingo, 6 de mayo de 2012


Soy de las que opinan que a rey muerto, rey puesto y que a perro flaco, todo son pulgas. Pase lo que pase después de la tormenta siempre llega la calma, porque como dicen por ahí: en Abril aguas mil. No te desesperes, dale tiempo al tiempo que todo llega. Porque Dios aprieta pero no ahoga y más vale parecer tonto y no abrir la boca, que abrirla y confirmarlo. Aunque, más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer. Por desgracia de tal palo tal astilla, aunque como dicen: ande yo caliente y ríase la gente. Que las cosas de palacio: tranquilas y despacio, y que lo que cada uno vale, a la cara sale. Que tengo la suerte de que se coge antes a un mentiroso que a un cojo. Y es entonces cuando llega el momento de decir que las cosas claras y el chocolate espeso, que al mal tiempo, buena cara y que quien ríe último, reirá mejor. Debes pasar los malos ratos cuanto antes mejor, que esto se pasa de castaño oscuro y si te he visto, no me acuerdo. Y no olvides que más sabe el diablo por viejo que por diablo. Por eso, me habrás entendido perfectamente. Porque a buen entendedor, pocas palabras bastan, aunque, por desgracia, nunca llueve a gustos de todos. Y no hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo aguante.

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